viernes, 26 de septiembre de 2014

El orzuelo, prevención y tratamiento.

Si has empezado a notar un pequeño granito en un párpado acompañado de enrojecimiento, dolor, inflamación y lagrimeo...es muy probable que tengas un orzuelo. Hoy hablaremos de los orzuelos, por qué se producen y qué medidas tomar para eliminarlos.
¿Qué es un orzuelo?

Un orzuelo es una obstrucción e infección de las glándulas sebáceas oculares, estas glándulas secretan los lípidos que forman parte de las lágrimas. La mayoría de las veces, la sobreinfección es causada por el Staphylococcus aureus, bacteria que está presente de forma habitual en nuestra piel. Los síntomas más frecuentes son inflamación, dolor, enrojecimiento del borde del párpado, lagrimeo, sensación de arenilla, sensibilidad a la luz y dolor de pestañas y párpados.

Factores predisponentes

Existen ciertos factores que parece que predisponen a padecer orzuelos:
  • El factor principal es la bajada de defensas: periodos de convalecencia, stress, anemia, estados gripales, etc. Los orzuelos pueden ser, por tanto, frecuentes en individuos inmunodeprimidos. 
  • Trastornos oculares: blefaritis crónica, alergias, mal uso de las lentes de contacto... En los niños pueden aparecer ante trastornos como miopía o astigmatismo no tratados.
  • Enfermedades de la piel: dermatitis seborreica, rosácea (más del 50% de los pacientes que padecen orzuelos tienen rosácea).

Tratamiento del orzuelo.

La mayoría de los orzuelos suelen curarse de forma espontánea en un par de semanas. Sin embargo, existen una serie de medidas que podemos llevar a cabo para favorecer su curación.
  • En primer lugar, nunca se debe presionar un orzuelo, ya que podemos diseminar la infección a lo largo del ojo.
  • Facilitar el drenaje. Dado que el orzuelo consiste en el taponamiento e infección de una glándula, podemos facilitar su drenaje mediante la aplicación de calor (seco o húmedo). Esta aplicación debe realizarse durante 10 minutos, tres o cuatro veces al día. Para aplicar calor seco, es suficiente que mantengamos una gasa en una fuente de calor; si se opta por el calor húmedo, se puede realizar aplicando compresas húmedas de una infusión de manzanilla o Eufrasia, ambas con propiedades antiinflamatorias, descongestivas y antisépticas.
  • En función de la intensidad de la inflamación y la infección, el paciente puede necesitar la aplicación de una pomada antibiótica (suelen emplearse pomadas con bacitracina, tobramicina, eritromicina, gentamicina, o tetraciclinas) y/o antiinflamatoria. El médico o el farmacéutico os podrán aconsejar qué pomada es la más indicada.
  • Es importante no utilizar maquillaje en el ojo durante el tratamiento, ni compartir los cosméticos con otras personas.
En caso de que el orzuelo no drene por sí mismo, se debe acudir al oftalmólogo, que decidirá si es necesaria o no su extirpación mediante cirujía. Ésta es una pequeña intervención, con anestesia local y un sencillo postoperatorio.


Prevención

En el caso de los orzuelos, la limpieza exhaustiva es fundamental para su prevención. En la farmacia disponeis de toallitas esteriles (por poner un ejemplo, de la marca Optiben o Lephanet) con las que debeis limpiar de forma minuciosa los bordes de los párpados (recordar no utilizar la misma parte de la toallita para ambos ojos).

Por último, si observais que un orzuelo sale de forma recurrente en un punto determinado del párpado, debeis acudir al oftalmólogo, que probablemente solicite la realización de una biopsia.



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