domingo, 2 de marzo de 2014

La cistitis y su tratamiento.

Son muchas las personas, principalmente mujeres, que sufren episodios recurrentes de cistitis. Por eso, hoy vamos a ver en qué consiste esta molesta patología y cuáles son sus síntomas, su tratamiento y las medidas que debemos tomar para prevenirla.

¿Qué es la Cistitis?

La cistitis o infección de orina es una inflamación de las vías urinarias debida a la infección de la uretra o la vejiga por microorganismos. Concretamente la bacteria intestinal Escherichia Colli parece ser la causante de más del 90% de los casos de cistitis. 

Esta infección tiene lugar principalmente en mujeres ya que la uretra femenina es más corta y su distancia con el ano es menor. También puede aparecer en hombres de avanzada edad debido a un mayor tamaño de la próstata, en personas con cálculos renales que impiden un total vaciado de la vejiga, por lo es más susceptible a la infección, o en pacientes que utilizan sondas o catéteres.


¿Cuales son sus síntomas?
  • presión en la zona de la pelvis.
  • necesidad continua de orinar y escasa cantidad en cada ocasión.
  • sensación de quemazón y/o dolor al orinar, 
  • orina turbia y/o con sangre.
  • nicturia, es decir, mayor frecuencia de micción durante la noche.
  • en caso de aparecer fiebre (más de 38ºC) y dolor en la zona lumbar, es muy probable que la infección haya afectado a las vías urinarias superiores y estemos ante una pielonefritis. En estos casos debe acudirse al médico con urgencia.

Tratamiento

Ante una posible cistitis siempre debemos acudir a nuestro médico de cabecera, el cual valorará la realización de un cultivo de orina para detectar exactamente qué gérmenes producen  la infección y así tratar al paciente con los antibióticos a los que dicha bacteria es susceptible. En otros casos con la descripción de los síntomas y un examen físico será suficiente para que el médico prescriba un tratamiento antibiótico. Dado que una gran mayoría de casos de cistitis son causados por E. Colli, existen una serie de antibióticos de uso frecuente en este tipo de patologías, como la amoxicilina con ácido clavulánico (Augmentine), fosfomicina (Fosfocina, Monurol, empleados en tratamientos cortos) o las quinolonas (ciprofloxacino, norfloxacino, ofloxacino). En caso de que la infección produzca un fuerte dolor los antibióticos pueden combinarse con analgésicos para calmarlo.

Desde la farmacia vemos como en muchos casos de cistitis recurrente los pacientes optan por la automedicación, esto no es para nada recomendable, ya que aunque en un principio el tratamiento pueda resultar eficaz, muy probablemente las bacterias acaben creando resistencias contra estos antibióticos, llegando un momento en el que su uso sea totalmente ineficaz. De ahí la gran importancia de la prevención.

En cuanto a la Fitoterapia, hay numerosas plantas medicinales que pueden ayudarnos en la prevención y el tratamiento de la cistitis: brezo, arándano rojo, ortosifón, gayuba, pino, enebro... De todas ellas, hoy queremos destacar dos: el arándano rojo (tomado diariamente ayuda a espaciar e incluso eliminar las recidivas) y la gayuba (en caso de infecciones leves).
  • El arádano rojo americano posee proantocinidinas, compuestos que impiden que la Escherichia Colli se adhiera a la mucosa urinaria y realice la colonización. El uso continuo de arándano rojo se recomienda para aquellas personas que sufren cistitis recurrentes, en estos casos suele ocurrir que tras el tratamiento antibiótico algunas bacterias aún permanecen ancladas a las paredes de las vías urinarias con lo que fácilmente pueden volver a provocar una infección. Hoy en día podemos encontrar en el mercado arándano rojo en cápsulas, zumo o incluso el fruto deshidratado.
  • La gayuba, cuyas hojas contienen arbutina, un excelente antiséptico y antiinflamatorio del tracto urinario. Aunque actualmente ya existen comprimidos o extracto de gayuba, ésta también puede prepararse en infusión (una cucharada de postre de hojas de gayuba por cada taza). Es suficiente la toma de dos o tres tazas diarias para frenar una infección leve de orina. 

Una vez remitida la enfermedad, pueden emplearse plantas diuréticas como la cola de caballo o el ortosifón para facilitar una total limpieza de las vías urinarias o bien estigmas de maiz, que contribuyen a la eliminación de arenilla y cálculos renales.


¿Cómo prevenir la cistitis?

Aunque la cistitis depende de la susceptibilidad de cada individuo, existen una serie de medidas higiénico- dietéticas que podemos adoptar para prevenirla:
  1. beber mucha agua al día, las micciones frecuentes ayudan a eliminar las bacterias de las vías urinarias.
  2. no retener la orina.
  3. orinar después de las relaciones sexuales, así se eliminan las bacterias que hayan podido entrar las vías urinarias.
  4. tener una adecuada higiene íntima, tanto un defecto como un exceso de higiene pueden facilitar la infección. Para este fín es recomendable el uso de jabones íntimos, si bien debemos asegurarnos de que el pH de este producto se adecúe siempre al de la vagina (pH ácido para mujeres en edad fértil y pH neutro en el caso de menopausia). 
  5. a la hora de defecar, las mujeres debemos limpiarnos desde delante hacia atrás. Recordemos que la E. Colli es una bacteria presente en nuestro intestino y por tanto, en las heces, por lo que una incorrecta higiene facilitará la penetración de este germen en la uretra.
  6. no utilizar ropa ajustada ni fibras sintéticas, este tipo de tejidos favorecen la transpiración y maceración, aumentando la múltiplicación de los gérmenes.

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