¿Tienes los ojos irritados? ¿Sientes picor? ¿Te despiertas con los párpados pegados? Si es así, es posible que tengas conjuntivitis. Comenzamos nuestros post de Atención Farmacéutica hablando de los distintos tipos de conjuntivitis, de su tratamiento y de algunas medidas higiénicas para prevenirla o acelerar su curación.
La conjuntivitis, como su nombre indica, consiste en una inflamación de la conjuntiva, que es la capa externa del ojo que rodea el globo ocular. Su síntoma más frecuente es el picor y el enrojecimiento del ojo. En la conjuntivitis no hay dolor en el ojo y la visión es normal (dentro de la molestia de la irritación).
Tipos de conjuntivitis
Existen distintos tipos de conjuntivitis en función de la causa que la origina:
Conjuntivitis bacteriana.
La mayoría de las conjuntivitis infecciosas son causadas por bacterias. Las conjuntivitis bacterianas se caracterizan normalmente por una secrección purulenta de color amarillento -legañas- de forma que en algunos casos incluso cuesta despegar el párpado.
Este tipo de conjuntivitis son muy contagiosas, por lo que es muy probable que si tenemos un ojo afectado se contagien rápidamente ambos ojos.
La conjuntivitis bacteriana es una enfermedad autolimitada, esto quiere decir que, en la mayoría de las veces, curará espontáneamente en el transcurso de 7-10 días. Esta curación la aceleraremos y evitaremos cualquier complicación si seguimos una serie de recomendaciones:
Tratamiento:
1- Limpieza exhaustiva: podemos realizar lavados de los ojos con suero fisiológico y/o toallitas estériles (como Lephanet, Lephadosis, Blefarix...).
2- Empleo de una pomada antibiótica (tobramicina, polimixina, auromicina) prescrita por el médico. Normalmente, deben utilizarse cada 2-4 horas durante los primeros días y luego ir espaciando su aplicación en función de la mejoría. Para evitar una posible recidiva es recomendable prolongar el tratamiento unos días después de la curación.
Medidas higiénicas:
- Lavarse las manos con frecuencia y evitar tocarse los ojos.
- Tirar los cosméticos utilizados durante la conjuntivitis (rimels, lápiz de ojos...)
Conjuntivitis alérgica:
Se produce debido al contacto con un alergeno. Su principal síntoma es el picor en el ángulo interno del ojo. Esta conjuntivitis es bilateral y estacional, prevaleciendo en primavera y verano.
Tratamiento:
Como cualquier alergia, debe evitarse el contacto con el alegreno.
El tratamiento suele consistir en antihistamínicos tópicos (azelastina, levocabastina, etc).
Medidas higiénicas:
- Mantener cerradas puertas y ventanas durante el mayor tiempo posible.
- Limpiar profuncdamente para eliminar los ácaros y utilizar el menor número posible de peluches, cortinas y alfombras.
Conjuntivitis vírica.
La conjuntivitis vírica se asocia normalmente a catarros o gripes. Es una conjuntivitis muy contagiosa y autolimitada, suele curar en 1-2 semanas sin necesidad de tratamiento.
Tratamiento
Se basa fundamentalmente en la limpieza ocular con suero fisiológico y/o toallitas estériles.
En algunas ocasiones los médicos prescriben colirios antibióticos para prevenir una posible sobreinfección.
Conjuntivitis irritativa.
Es debida a agentes externos, como el humo, el cloro de la piscina, el aire acondicionado, la luz de la pantalla del ordenador... Es característico el enrojecimiento y la sensación de arenilla dentro del ojo.
Tratamiento:
Suelen emplearse colirios descongestivos. Los colirios descongestivos vasoconstrictores tienen un efecto inmediato, deben utilizarse para síntomas menores y no es recomendable utilizarlos de forma habitual. Están compuestos por tetrizolina, fenilefrina, nafazolina... estos principios activos provocan la vasoconstricción de los capilares sanguíneos oculares eliminando rápidamente la rojez.
Si no se puede evitar el contacto con el agente externo que nos provoca la conjuntivitis y se hace necesario el uso de un colirio de forma habitual, podemos optar por descongestivos naturales como el agua de hammamelis o la eufrasia.
Medidas higiénicas
- Realizar etapas de descanso ocular, cerrando los ojos durante unos segundas y abriéndolos lentamente.
- Uso de gafas de sol.
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